martes, 24 de febrero de 2009

La vie en rose





Hace un año le escribí al firmamento. No esperaba nada de la nada. Un día, sin embargo, sin saber por qué, sonó al fondo tenuemente una música de película que me dejó en paz conmigo mismo. Fue tan solo un instante.

El guiño me tranquilizó al saber que al otro lado la vida felizmente continuaba. Dos caminos paralelos, muy distanciados, pero que al menos en mi caso todavía me venía de vez en cuando a la memoria. Deseaba, entrañablemente y sin más, que le fuera tan bien como me iba a mí transitando por el mío.

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