lunes, 22 de diciembre de 2014

Al finalizar otro año

Seis años han pasado desde que nos encontramos en la última tarde del año. Seis años en los que no nos habíamos cruzado ni siquiera una palabra. Al menos desde marzo de este año que se acaba, nos hemos estado "viendo" en las redes sociales, sin decirnos nada, eso sí, pero al menos sabiendo el uno del otro.

Ayer quiso el destino que nos volviéramos a encontrar. Fue en el Malecón, con mi colegio a mis espaldas como testigo, pues iba a una asamblea anual de antiguos alumnos. Esta vez fue ella la que me vio. Yo iba andando pensando en mis cosas cuando al pasar por debajo de la autovía se apareció un grupo de tres persona con bicis de paseo. Yo seguí con la mirada perdida, pero de repente escuché un "hola" sonriente de una de ellas. Levanté la cabeza y vi una chica guapísima que se dirigía hacia mí. Al principio no la reconocí. Sus gafas de sol no me dejaron hacerlo. Se las levantó y me quedé paralizado... ¡Era ella! Contentísimos nos acercamos y nos saludamos. Sus compañeros se quedaron al margen. Alegres pero con cierta timidez nos preguntamos otra vez por nuestras vidas, aunque ahora gracias a Facebook e Instagram supiéramos bastantes cosas más el uno del otro. Me comentó que tenía poco tiempo para entrar a esas redes sociales por sus tres hijos y yo le comenté que también guerreaba con los míos. La vi entre feliz y triste. Le cogí del brazo y le apreté suavemente, con cariño, como intentando decirle todo pero sin decirlo. Fue un instante, pero al final con un guiño, un "nos vemos" y una sonrisa de felicidad sincera nos volvimos a despedir.

Por la noche colgué una foto del colegio en Instagram con una leyenda que decía: "... Y encuentros casuales que te alegran el día, el año, la vida...". Ya de madrugada, me encontré con un "me gusta" suyo en la foto.




viernes, 14 de marzo de 2014

Gretel

Fue otro 31 de diciembre, como no podía ser de otra manera. Esperé todo el mediodía por si volvía a tener la misma suerte que en otros años. Pero en éste me fue esquiva. Por la tarde, pensando, me dije que no podía modificar nada por enviar una solicitud de amistad por Facebook. "Qué más da, me dije, de una manera u otra, antes o después debe saber que, a pesar del silencio transcurrido, le recuerdo con mucho cariño". Y así lo hice. Pasaron los días sin respuesta alguna. Y lo dejé estar...

Pero cual fue mi sorpresa cuando en la madrugada del 11 de marzo de 2014 me apareció un mensaje en el móvil en el que indicaba que había aceptado mi amistad. Volví a dejar el móvil en la mesilla, como si no hubiera vista nada. Cerré los ojos. No me lo podía creer...

Veinte años se cumplen ahora. Al menos desde la distancia nos seguiremos y sabremos de nuestras vidas gracias a Facebook. ¿Se puede ser más feliz? Hoy, día 14 de marzo al levantarme, he visto "Gretel" la canción de Dani Martín en su muro después de mucho tiempo sin actualizarlo. Creo que no iba dirigida hacia mí, más bien a sus circunstancias, pero yo me la he guardado para siempre porque me ha dicho con una canción lo que ya sabía, lo que yo también hubiera querido decir, lo que ya le he ido escribiendo a lo largo de este blog que creé por ella y que nunca me he atrevido a mandar. Me queda el consuelo, y al mismo tiempo la satisfacción, que quizá sea éste el regalo, el guiño escrito que un día soñé: