Fue otro 31 de diciembre, como no podía ser de otra manera. Esperé todo el mediodía por si volvía a tener la misma suerte que en otros años. Pero en éste me fue esquiva. Por la tarde, pensando, me dije que no podía modificar nada por enviar una solicitud de amistad por Facebook. "Qué más da, me dije, de una manera u otra, antes o después debe saber que, a pesar del silencio transcurrido, le recuerdo con mucho cariño". Y así lo hice. Pasaron los días sin respuesta alguna. Y lo dejé estar...
Pero cual fue mi sorpresa cuando en la madrugada del 11 de marzo de 2014 me apareció un mensaje en el móvil en el que indicaba que había aceptado mi amistad. Volví a dejar el móvil en la mesilla, como si no hubiera vista nada. Cerré los ojos. No me lo podía creer...
Veinte años se cumplen ahora. Al menos desde la distancia nos seguiremos y sabremos de nuestras vidas gracias a Facebook. ¿Se puede ser más feliz? Hoy, día 14 de marzo al levantarme, he visto "Gretel" la canción de Dani Martín en su muro después de mucho tiempo sin actualizarlo. Creo que no iba dirigida hacia mí, más bien a sus circunstancias, pero yo me la he guardado para siempre porque me ha dicho con una canción lo que ya sabía, lo que yo también hubiera querido decir, lo que ya le he ido escribiendo a lo largo de este blog que creé por ella y que nunca me he atrevido a mandar. Me queda el consuelo, y al mismo tiempo la satisfacción, que quizá sea éste el regalo, el guiño escrito que un día soñé:
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